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¿Te gusta tu trabajo?
Es una manera delicada de pregutar si eres feliz en él. Algunos, para dar una respuesta positiva, esperan a que desaparezcan los problemas que llevan entre manos. Sin embargo, no es la existencia de problemas la causa de la infelicidad sino la manera en que los abordamos. De hecho, tu trabajo será más satisfactorio si eres capaz de resolver problemas y buscar otros nuevos y mayores.
O te apasiona el trabajo que haces o todo lo relativo a él te irritará y será fuente de frustración. Condicionará el humor con que acudes a trabajar y afectará a la manera en que te relaciones con compañeros y clientes.
Si te gusta, no hará falta que lo digas. Se verá en la energía que demuestras y en tus resultados. Aumentará tu productividad, atraerás amigos y proyectos.
¿Puedes identificar las razones por las que te apasiona tu trabajo?
Anótalas y compártelas.
Muchas gracias Paco,
Lo que veo más preocupante es que en épocas de crisis como esta, muchas personas aunque no están satisfechas con su trabajo tampoco tienen demasiadas opciones de cambiarlo. Porque, además, se viene de una época de presunto “esplendor” en la que muchas economías domésticas están embargadas por los compromisos que han adquirido sin demasiado sentido común. Y, ahora… ¿cómo pueden tomar decisiones con libertad?. Pues pienso que lo tienen realmente complicado.
En esta línea, también pienso que para llegar a poder elegir libremente, en la adolescencia y en la juventud se han tenido que tomar una serie de decisiones (por ejemplo, ¿estudio o no estudio?) que, de modo muy importante, van a condicionar el futuro de tu satisfacción en el trabajo. ¿Cómo vas a tratar de acceder a un tipo de trabajo concreto que te gusta si nunca te formaste para hacerlo?. Vamos, que el tema da para todo un estudio.
En definitiva, una vez más estoy de acuerdo con tu Blog, pero efectivamente hay que considerar que la persona de la que estamos hablando es responsable y realmente se toma las cosas en serio. De lo contrario, por muchos buenos consejos que se den…
Muchas gracias por tus observaciones Antonio.
Y entiendo que mucha gente puede compartirlas. Ahora bien, un trabajo que no eliges libremente es, por decirlo así, un trabajo “de esclavos”. En otras épocas o en otras zonas geográficas quizás fuera aceptable, en determinadas circunstancias, la resignación o el sometimiento por determinados factores.
Hoy día, la crisis, la hipoteca, la situación familiar… me parecen más excusas que limitaciones reales. Soy más partidario de invitar a “la rebelión” para ganar libertad y desarrollo personal y social. Nos va mucho a todos, no ya como individuos, sino como sociedad.