¿Te haces preguntas?

Mejor aún: ¿Buscas respuestas?

Los días pasan y la rutina sigue. Tu trabajo lo sacas adelante, la empresa va tirando. Nadie se te queja. Quizás ni se enteran.

Si hay crisis, la culpa es de otros que no hicieron las cosas bien. Ya pasará; alguien lo arreglará…

Y mañana lo mismo.

Quizás a veces escuchas una voz que te pregunta: ¿Y ahora que…? ¿Vale la pena…? ¿Porqué lo hago…? ¿Debería mejorar…? Pero se confunden con otras como ¿Qué hora es…? ¿Falta mucho…? ¿Hace calor…? ¿Me puedo ir…?

Es importante que te hagas preguntas que te incomoden. Y todavía más que te pongas en marcha para encontrar las respuestas.

Es la diferencia entre estar vivo o sólo parecerlo.