Concentración

Programa períodos de desconexión.

Las últimas sesiones impartidas sobre competencias directivas me han permitido comprobar la dificultad de muchos para escapar de la esclavitud del correo electrónico o del teléfono móvil. Son la principal disculpa para realizar una programación eficaz de las tareas y una adecuada gestión de la agenda.

El asunto es serio. Quizás ya estás sufriendo de los efectos que se describen del uso intensivo y descontrolado de las tecnologías de la comunicación. El cerebro se adapta a las herramientas que utilizamos, y por tanto también a estas nuevas tecnologías que empleamos de manera continuada.

Se observa que el uso intensivo de Internet y al atención al teléfono móvil se acompañan de una fragmentación del proceso del pensamiento, de una dificultad para concentrarse. Nos empujar a saltar de unas informaciones a otras, a cambiar continuamente de tareas, lo que afecta de manera grave a aquellas actividades que exigen una mayor introspección y reflexión.

Hasta ahora hemos disfrutado de los beneficios de la tecnología y la accesibilidad que proporciona a las empresas y sus empleados. Pero determinadas actividades creativas sólo pueden llevarse a cabo si se les dedica una atención continuada y no dispersa entre distintas tareas.

Se aconseja, por tanto:

  • Asignar distintos períodos de tiempos para las distintas tareas. Es preciso dedicar un tiempo para trabajar en Internet y otro distinto específicamente dedicado a centrar la atención en tareas concretas que exigen concentración.
  • Aceptar que los empleados puedan estar desconectados de los sistemas de comunicación en determinados períodos. Algunos de ellos podrán hacer mejor su trabajo si pueden dedicar ese tiempo para actividades que reclamen una mayor reflexión.

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