La tarifa comentada…

Algunos me han hecho llegar la siguiente observación a mi nota anterior sobre la tarifa: ¡A veces no es posible poner en valor el trabajo que haces para un cliente!
Interpretaré que eres un comodón o que estás cansado por ir todo el día detrás de potenciales clientes para que se suscriban a tus servicios por una cuota mensual. Es comprensible, pero no tienes perdón… si me lo permites.
El fundamento de nuestro trabajo, como el de todo profesional y en cualquier sector económico, como repito con frecuencia en este blog (quizás en exceso…) es proporcionar una oferta de valor a nuestro cliente, que SIEMPRE has de tratar de hacer tangible en términos de dinero para él. Es fundamental hacerlo así de concreto y de personalizado para cada cliente, o de otro modo te juzgarán como un proveedor más, genérico, fácilmente comparable por las tarifas imperantes en el mercado, y casi siempre a la baja.
Y en la naturaleza de las cosas está el que tú seas el mejor informado para poner números a ese valor. No es excusa apelar a que no hay referentes externos… Normal, estamos ante el caso de un cliente concreto y singular. Pacta con él ese valor, hazlo tangible de manera conjunta, incluso cede a la baja. No importa, como le estarás ofreciendo esos rendimientos extraordinaros de los que hablaba en la nota anterior, al final cobrarás unos honorarios justos y plenamente satisfactorios para ambas partes. Y le tendrás vinculado.

Me temo que los números no van a salir muy altos…
Si es por la naturaleza del trabajo, entonces es lógico pensar que empaquetarás ese bajo valor en poco tiempo de dedicación, y si así fuera yo sería partidario de que lo ofrecieras gratis. (El retorno es matemáticamente infinito para tu cliente…)
Pero si es porque no dominas el trabajo, tienes varias opciones:

  • No te engañes, no lo cojas. El riesgo de quedar mal no te lo puedes permitir. Tu marca personal está en juego y se resentirá seriamente.
  • Si el tema te interesa, ponte a estudiarlo para que la próxima vez puedas dar la respuesta adecuada. Mejoras tus capacidades y progresa tu marca personal.
  • Búscate un colega con el que hacer el trabajo y que te enseñe mientras se lleva a cabo. Es una opción muy sensata. Aquí mejorais los dos vuestras propias marcas.

¡Las cuotas para los desesperados…!