¿Qué has logrado…?

Es la pregunta pertinente para estos días y esta época del año.

Tienes muchos objetivos y sin embargo, cuando revisas lo que has alcanzado en los últimos tiempos apenas puedes identificar algunos logros. No es que no hayas trabajado, es que te has centrado en las actividades y has perdido de vista el objetivo.

El activismo puede llevarte a realizar infinidad de tareas pero los resultados se te resistirán. Y dado que nos evalúan y premian por nuestro rendimiento, que son los logros los que nos producen satisfacción, es preciso cambiar esa dinámica.

Quizás te ayude el planificar los resultados que esperas alcanzar las próximas semanas. Hacerlo así te ayudará a centrarte en su consecución y tus actividades sólo tendrán sentido en la medida que se subordinen a la obtención de esos logros. El resto de ellas son secundarias, deberían esperar o incluso las podrías eliminar. Evitarás la dispersión y te sorprenderá la mejora de tu eficacia.

Prueba con tu principal objetivo estratégico.