Rinde tu juicio
Seguro que, por tu preparación y experiencia, te ves capaz de debatir con agudeza las opiniones y argumentos de los demás. Pero… ¿alguna vez pones a prueba los tuyos?
- ¿Te cuesta cambiar de opinión?
- ¿Cuando fue la última vez que lo hiciste?
- ¿Crees que eres el único en tu empresa que piensa…?
- ¿Son los demás los que han confrontar habitualmente tus posiciones?
- ¿Cómo reaccionas cuando te llevan la contraria?
Una buena prueba de competencia profesional y liderazgo es disponer de la capacidad de superar las propias barreras mentales. Cambiar de opinión no siempre es una muestra de inseguridad o desconocimiento. No es que trates de agradar a unos y a otros, sino que demuestras…
- tener una mente abierta, madurez, humildad;
- que no pretendes imponer tus argumentos a toda costa;
- que estás dispuesto a aprender;
- que te mueves por convicciones y no por mantener tu ego.
Nadie tiene todas las respuestas. Y con la edad y en los tiempos que corren, cada vez siento que son menos las certezas. Lo relevante, por tanto, es crecer y desarrollarse; y eso exige con mucha frecuencia rendir el propio juicio.
Las opiniones de los demás te ayudarán a mejorar las tuyas o te proporcionarán ideas nuevas. Un tesoro para tu empresa u organización que no puedes despreciar.
Y como entonces serás muy bueno en tus decisiones, ¡sólo te equivocarás una vez de cada cuatro!