Supuestos erróneos

Cuidado con las suposiciones. Suelen ser el resultado de no comprender del todo una situación. De manera natural construyes algo que completa una información de la que no dispones. Sin embargo, en la mayoría de los casos tu construcción es errónea y será origen de todo tipo de complicaciones ya que te llevará a tomar malas decisiones. Lo peor es que sólo te enterarás cuando ya sea tarde.

Estos son algunos efectos perversos de las suposiciones erróneas:

  • Causan un estrés innecesario
  • Hacen perder tiempo y energía
  • Generan malos entendidos
  • Echas a perder oportunidades
  • Te generan inseguridad
  • Identificas problemas que no existen
  • Pueden llevarte a ofrecer productos o servicios equivocados

Para evitar esta situación en tu entorno profesional:

  • Anima a que pregunten. Salvo alguien muy cercano a mi, la mayoría no somos muy dados a preguntar. Averigua las opiniones de otros antes de formar las suposiciones en las que bases tus decisiones más críticas.
  • Rodéate de gente a la que consultar.  No todo el mundo ve la realidad de la misma manera. Ni tienes unos poderes extraordinarios para entender todas las razones. Escúchales.
  • Sé tolerante con los errores. Si promueves que la gente asuma riesgos y los errores los consideras como fuente de aprendizaje, la gente se sentirá más cómoda preguntando.
  • No anticipes el juicio. Si no escuchas lo suficiente, quienes te rodean se verán obligados a defender y justificar sus comentarios y dejarán de opinar y de darte información.
  • Revisa tus decisiones. Una vez tomada la decisión, pregunta a gente no implicada directamente en el proceso. Permite que confronten todas tus suposiciones. Quizás te descubran que has podido precipitarte.

Hay que practicar…