¿Cuándo te decidirás a cambiar?

El tiempo pasa y las cosas no mejoran. Te quedas quieto a la espera de que amaine la tormenta y el negocio vuelva a ser el de antes. Piensas que si no fuera por la crisis, tu negocio seguiría creciendo como hizo en años pasados. Gracias a aquél crecimiento y al “colchón” generado consigues sobrevivir. La culpa de  lo que pasa es del gobierno, del anterior, del actual, que eran y son unos incompetentes.

Desgraciadamente este discurso se sigue oyendo con demasiada frecuencia. Y no hay que sorprenderse pues afecta tanto a empresas de aquí como de fuera. En buena parte responde a inercias en el modo de entender los mercados y de cómo formular la estrategia. Son muchos los que piensan que lo mejor que pueden hacer es repetir lo que funcionó en el pasado. Y esto les vale tanto para tiempos de crisis como de bonanza.

Lo cierto es que no es así. Las empresas que confían su crecimiento sólo a los modelos de negocio acostumbrados y familiares para ellas, crecen menos que las que buscan nuevas vías para hacerlo. Y esto en entornos estables. En situaciones de crisis hablamos de la diferencia entre sobrevivir o desaparecer.

No digo que renuncies de inmediato a lo que ha sido tu modus vivendi y operandi del pasado aunque ya percibes con claridad que no tiene el tirón de los años pasados. No tienes porqué creerme y saltar al vacío. Pero sí debieras empezar a trabajar seriamente en nuevos modelos de negocio, que en su versión más sencilla se dirigen a atender de manera distinta los clientes habituales para proporcionarles más valor.

Saber cuando cuándo y cómo abandonar las viejas estrategias es lo que distingue al directivo eficaz. Y ser de los primeros en adoptar las innovaciones tiene la ventaja de ocupar con más rapidez los nuevos mercados y consolidar la posición antes que el resto.

No puedes retrasar más el incorporar a tu modelo de negocio las ventajas que proporcionan las tecnologías de la información y la comunicación y que te aseguran una mayor vinculación con los clientes y una mayor oferta de valor para ellos.

Te recuerdo que no tienes porqué hacerlo en solitario. Te resultará más difícil y tendrás un alcance más limitado. También te anticipo que te llevará algún tiempo, que será siempre más del deseado, por lo que no debieras retrasar ni un día más el ponerte a ello.

Es tu responsabilidad el no quedarte atrapado y lamentarte.