Feminización empresarial

Inicialmente había titulado esta nota como afeminamiento y no feminización, seguramente porque tenía más pegada. Pero he caído en la cuenta que puedo ser mal interpretado y que habría que entrar a discutir si la palabra empresa es más masculina o femenina (y esto depende del idioma…)

La razón de tratar este asunto me ha surgido leyendo Why she buys de Bridget Brennan. Este libro explica como diseñar, presentar y comercializar los productos que habrán de comprar las mujeres. Su importancia es evidente; son ellas las verdaderas clientes puesto que compran prácticamente todo lo que se vende. La situación de crisis económica y el desarrollo del comercio electrónico no han hecho más que reforzar esa tendencia.

Creo que vale la pena leerlo. Hoy me quiero centrar en la diferente manera de ver el mundo de mujeres y hombres según la autora:

Mujer

 

Hombre

Deseo de ser indispensable Deseo de ser independiente
Deseo de estar en conexión Deseo de ser respetado
Deseo de minimizar diferencias de estatus Reconocimiento de la jerarquía
Expresa sentimientos y vulnerabilidades Oculta vulnerabilidades. No comenta sus sentimientos
Conecta con los demás hablando Conecta con los demás en actividades
Se siente poderosa cuando ayuda a los demás Se siente poderoso cuando es responsable de los otros
Se interesa por los detalles de los demás Le aburren los detalles de los otros
Evita el conflicto Disfruta con las confrontaciones
Le divierte colaborar Le entusiasma competir
Valora la calidad de las relaciones Valora la consecución de logros y destacar
De los productos le interesa la satisfacción de una necesidad De los productos le interesa cómo funcionan

 

Cuando leía esto no podía dejar de recordar las características que desde estas notas se han defendido para la formulación de la estrategia empresarial. En la implantación del Modelo Delta y en las actuaciones para la consecución de la vinculación con los clientes, elemento determinante de la estrategia de las empresas hoy día, he repetido muchas veces ideas que veo ahora recogidas en la columna de la izquierda.

No hay mucho más que decir hoy. Tu eliges cómo quieres orientar la actuación de tu empresa y sus iniciativas. Optar por las actitudes de la columna de la derecha es quedarse en unos modos de operar y competir que son antiguos y cada vez menos eficaces.

Comprometerse con las actitudes de la columna de la izquierda no requiere de tratamientos médicos agresivos ni tiene porqué ser humillante. De hecho es lo más inteligente.