La importancia de las decisiones


Voy a dedicar algunas notas en los próximos días al proceso de toma de decisiones, dado que es una función propia y específica del directivo. Me apoyaré en las ideas de Peter Drucker en su libro The Effective Executive.

La conveniencia de tratar este tema es obvia. De las decisiones del directivo depende el desempeño de la organización a la que pertenece.

Para empezar conviene repasar algunas características generales y comunes acerca de la toma decisiones directivas:

  • Se trata de tomar decisiones eficaces; no de tomar muchas decisiones sino sólo aquellas verdaderamente importantes. Y es más útil ocuparse de las decisiones de largo alcance, estratégicas, que pasarse todo el tiempo resolviendo “problemas”.
  • Como directivo, tu responsabilidad te exige conocer el alcance de la decisión y las condiciones que ha de satisfacer. Su importancia debe radicar en el impacto de la misma y no en las herramientas a utilizar, en su robustez más que en su brillantez.
  • Es preciso identificar cuándo la decisión debe basarse en unos principios generales y cuándo debe descender a considerar el caso particular y sus circunstancias.
  • Lo que más tiempo ocupa no es la propia decisión sino la implantación de la misma, su puesta en práctica.
  • No existe una verdadera decisión si de ella no se sigue una actuación concreta. En ese caso todo quedaría en una buena intención.
  • Mientras que las decisiones exigen el nivel más alto de análisis conceptual, su ejecución demanda la máxima concreción y claridad.

 

En el proceso de toma de decisiones eficaces es posible identificar un conjunto de propiedades que es preciso tener en cuenta:

  • Se toma la decisión para dar respuesta a un problema de alto nivel, de ámbito general, que se resuelve mediante la formulación de una regla, norma o principio de actuación.
  • Debe incluir los requisitos que la solución al problema debe satisfacer, es decir, las restricciones dentro de las cuáles debe moverse.
  • Debe atenerse a lo que es lo correcto, dadas las limitaciones existentes, antes que atender a compromisos y concesiones para hacerla más aceptable.
  • Incorpora el modo de llevar a cabo la acción subsiguiente.
  • Incluye un sistema de evaluación que determine la validez y la efectividad de la decisión a la vista del curso de los acontecimientos.

 

En los próximos días las repasaremos en detalle.

Se echa de menos una formación específica en la toma de decisiones, ¿no crees? ¡Más vale tarde que nunca…!