Lecciones de artillería para innovar (2)
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Reanudamos la batalla de ayer para ganar la innovación. Repasemos las actividades a desarrollar por el “artillero” para poder acertar en la diana deseada. |
Una bala de cañón disparada antes de disponer de la evidencia empírica de que acertará en el objetivo es disparar una bala de cañón no calibrada. Si disparas una bala de cañón sin apuntar y aciertas en un blanco te generará problemas incluso mayores que si la bala de cañón hubiera errado. Es el mismo peligro que corres cuando obtienes buenos resultados con unos malos procesos operativos. Un buen proceso no garantiza unos buenos resultados y de un mal proceso no se siguen necesariamente malos resultados; pero un buen resultado tras un proceso equivocado es equivalente a disparar una bala de cañón sin calibrar la puntería y que acierta por casualidad. Consecuencia: refuerza los procesos erróneos y puede conducir a disparar aún más balas de cañón sin calibrar. Incluso las mejores empresas a veces cometen errores; también el gran error de disparar una bala de cañón sin calibrar. Pero al menos sacan conclusiones de ellos. Reconocen que ha sido un aprendizaje caro, pero al menos ya saben qué es lo que no deben volver a repetir. Necesitas de la validación empírica para confirmar la utilidad de tu creatividad. Para lograr esa validación no siempre has de ser tú el que dispare todas las balas; puedes aprender de la experiencia de otros. Lo he mencionado en otras ocasiones. No te ocupes en predecir el futuro en un contexto de incertidumbre. Ni tu ni nadie sabe lo que va a ocurrir, por lo que puedes evitar la parálisis y tratar de progresar aplicando el método que hemos repasado. Puedes empezar por hacerte preguntas como las siguientes:
Se trata de que dispares tantas balas como puedas, sabiendo que un buen número de ellas no acertarán a ningún blanco de interés. Sin embargo, una vez comprobado el acierto en alguna diana significativa, habrás de comprometer entonces gran cantidad de recursos, lo equivalente al disparo de una bala de cañón. Si sólo disparas balas pero nunca realizas la gran apuesta de “conquistar” un objetivo audaz, jamás conseguirás nada grande. Para alcanzar el éxito en tus actividades de innovación necesitas contar tanto con una disciplina fanática como con una creatividad de eficacia demostrada. Si quieres alcanzar algo grande debes estar resuelto a nunca rendirte. Y además te exige tener la capacidad de sobrellevar grandes derrotas, ocasiones de mala suerte, calamidades, caos, y otros múltiples inconvenientes. |