Transformación en empresa social

Sigo con este tema ya tratado en días pasados y al que habrá que dedicar un buen número de notas. No hacerlo sería estar fuera del mundo y os haría un flaco favor.

Para lograr que la empresa avance por el camino de su conversión en una empresa social, con las características que veíamos ayer, es preciso tener una agenda de trabajo y que oriente el camino a seguir. Hoy vemos el primero de sus elementos.

 

Establecer una cultura acorde.

La cultura es la combinación de valores, actitudes, asunciones, creencias y comportamientos compartidos. Si  la cultura de una empresa no apoya la colaboración más allá de los límites de la empresa o incluso restringe el uso de las redes sociales, será un obstáculo para su transformación social.

Para convertirse en una empresa social exitosa, debe existir un liderazgo y un modelo de gobierno que señale los objetivos a alcanzar y establezca o promueva una cultura acorde. Como para cualquier proyecto, se habrán de determinar las iniciativas más adecuadas y hacer un seguimiento de esas decisiones y de su impacto.

Será preciso disponer de políticas que orienten la aplicación de las distintas herramientas necesarias para la transformación social de la empresa. Con estas iniciativas podrás contribuir a que la cultura facilite dicho cambio:

  • Establece un conjunto de normas de actuación en el ámbito de la comunicación social que determinen el papel de directivos y empleados.
  • Promueve la participación de todos, empezando por los directivos para que den ejemplo, pero acabando con la colaboración de todos los niveles.
  • Proporciona la formación necesaria para alcanzar esa participación.
  • Permite la experimentación y adopta una estructura que permita aprender de los errores.

 

Y la nueva cultura debe contribuir a la consecución de las características propias de la empresa social:

  • Responsable: Una empresa social está siempre aprendiendo tanto de las personas de dentro como de fuera. Esto reclama una cultura en la que se escuche con interés la opinión de las personas.
  • Abierta: En la empresa social el proceso de toma de decisiones es mucho más transparente, democrático y basado en el consenso.
  • Ágil: Esta capacidad nace del uso de las redes sociales y permite acelerar y mejorar los procesos de toma de decisiones. Pero se acompaña de asunción de riesgos y experimentación; de ahí la necesidad de disponer de una cultura que permita la adopción de iniciativas y asunción de responsabilidades.

Todo lo anterior puede representar un cambio cultural y organizativo muy importante. En la mayoría de los casos significará romper con prácticas bien establecidas y dichos cambios requerirán de abundante comunicación para que sean aceptados, además de gestionar el riesgo acompañante a su implantación.

¿Lo tenías en la agenda…?