Tu eres la solución (1)

Los problemas aumentan y todo hace pensar que irán a peor. Las conversaciones de los últimos días están teñidas de un pesimismo creciente.

Algunas caras empiezan a mostrar signos de angustia claros. Sin embargo, el haber regresado recientemente de un viaje profesional por Etiopía, me ayuda a ver que los problemas son siempre relativos y que la solución está en tu mano.

En los próximos días y por si te resulta de utilidad, voy a repasar algunas propuestas que pueden ayudar a afrontar las dificultades de siempre y que surgen de notas tomadas de distintas fuentes en los últimos meses. Son cosas que están a tu alcance y que tratan de convencerte de que tu eres la solución, que no has de esperar a que venga de fuera.

Pon un esfuerzo extraordinario.

  • Es lo que toca ahora. Hay que picar mucha piedra y estar contento de poder hacerlo.
  • Madruga, pues es mucho lo que hay que hacer y te faltarán horas. Además te ayudará a evitar el insomnio por la noche.
  • Deja de escuchar la radio, leer periódicos o ver televisión. Deprimen más que ayudan. O cambia de medios y acude a los internacionales y a los de tu interés profesional.
  • Llega a trabajar el primero y márchate de los últimos.
  • Trabaja más, con mayor intensidad, y ofrécete voluntario para desarrollar nuevas tareas.
  • Estate dispuesto a trabajar por menos dinero y acepta aquello que no hace tanto te parecía indigno de tu alta valía.
  • Muéstrate contento y pon buena cara. Aunque estés roto o cansado, no lo manifiestes.
  • Participa como voluntario en iniciativas sociales. Descubrirás que siempre hay alguien más necesitado que tu y a quien puedes ser de gran ayuda.

 

Esto sólo para empezar…