Publicado on Feb 21, 2012 in Coaching, Dirección, Estrategia | Comentarios desactivados en ¿Tienes ya tu sustituto…?
Seguramente no entra en tus planes más inmediatos el buscar a un sustituto para tu puesto. Quizás eres de esos que piensan que planificar la sucesión es una cosa propia de empresas familiares. Y el asunto es más grave de lo que piensas.
El verdadero problema de no desarrollar a tu sustituto es que perderás a la gente más valiosa. No es verdad que la gente marche de su trabajo por dinero. O al menos en pocas ocasiones ésta es la razón principal. Marchan por que no perciben que progresen o se desarrollen en su posición actual, porque no se sienten valorados por aquél de quien dependen. Y al marcharse se pone en riesgo la construcción de una empresa sólida y viable.
Y no es este el único aspecto significativo. No esperarás que a nadie se le ocurra promoverte a una responsabilidad mayor si tu, como directivo no has sido capaz de desarrollar a nadie que pueda sustituirte en tu puesto. No es que peligre el desarrollo de las tareas que ahora llevas a cabo, es que dice muy poco de tu capacidad de liderazgo, lo que te incapacita para aspirar a cargos superiores.
Planificar la sucesión es parte del proceso de preparación del futuro de tu empresa. Toda persona y todo puesto clave son candidatos para formar parte de un plan de sucesión.
Dicho plan ha de ser dinámico y personalizado. Ha de tener en cuenta las características de las personas implicadas y atender a sus necesidades y capacidades. No has de esperar a que aparezcan vacantes, sino desarrollar a las personas de modo proactivo y continuado, ayudando a que adquieran experiencia en diferentes áreas, y antes de que se les necesite para cubrir puestos de responsabilidad.
Los efectos de un plan de sucesión no pueden dejar de ser beneficiosos:
Tendrás un conjunto de personas comprometidas y bien preparadas en los distintos ámbitos de las operaciones de la empresa.
Personas que están de continuo cuestionándose, revisando y redefiniendo procesos y ayudando a mejorar la calidad de la empresa y la oferta de valor de la misma ante sus mercados.
Y una valiosa reputación de lugar atractivo y estimulante para trabajar, lo que ayudará a que puedas contratar a los mejores.
Demuestra que tienes la capacidad de desarrollar el talento de tus colaboradores para que eventualmente te sustituyan.
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