Tus clientes te odian

Quizás los tuyos no, pero no sería mala cosa que te pusieras en lo peor. Si estás preparado para ello, llegado el caso de que se produjera semejante desastre, sabrías cómo reaccionar.

Al contario de lo que te pudiera parecer, que te odien los clientes no significa necesariamente que ya estás acabado. Ese podría ser el desenlace para la mayoría de las empresas. Pero no para ti. ¡Es un regalo! Si te odian tienes ya la indicación definitiva para cambiar tu estrategia y modelo de negocio y empezar a hacer las cosas bien.

No puedo evitar el pensar en la situación actual. ¿Reconoces algún tipo de negocio al que sin duda odien sus clientes? En efecto, a los bancos. Estos tiempos son los mejores tiempos para construir un banco excelente, de referencia, que se gane el prestigio y respeto de la gente.

Pues no se ve a ninguno en el camino correcto. Tratan de salir a flote con promociones de corto plazo y abusando por enésima vez de sus clientes atosigándoles con productos que no les interesan ni benefician en absoluto.

Si te pasara a ti ¿qué deberías hacer? Naturalmente redefinir por completo tu estrategia para asegurar que la respuesta a las necesidades de tu cliente y obtener su vinculación pasan a ser lo primero.

Para lograrlo deberías comportarte de este modo:

  • Sé obsesivo en la búsqueda de indicios para reconocer lo que está pasando.
  • Desarrolla tu creatividad para generar soluciones a los problemas identificados.
  • Ponte metas que te señalen lo que pretendes conseguir.
  • Demuestra disciplina para hacer lo que se precisa para lograr las metas anteriores.
  • Apunta bien. Descubre lo que puede funcionar y lo que no.
  • Se concreto en las actuaciones a desarrollar.
  • Actúa metódicamente y evita improvisaciones.
  • Muéstrate consistente en el tiempo.
  • Asume riesgos razonables y que puedas controlar.
  • Ten una ambición extrema.

 

Reacciona bien: actúa como si tuvieras un banco, tus clientes te odiaran, y quisieras en serio salir adelante y durar 100 años.