Complaciente

Esa virtud se convierte en defecto cuando te mueres por satisfacer a todos y en toda ocasión. Esa necesidad enfermiza de complacerles es una muestra de tu falta de carácter.

Con algunas personas, no importa el esfuerzo que pongas, parece que nunca es suficiente para satisfacer sus deseos, para cumplir con sus expectativas. Te arrastras por tu vida acarreando sus sueños.

Lo que tienes que hacer es descubrir lo que esperas de ti mismo y aprender a vivir para ello. Abandona las expectativas de otros y adopta las tuyas propias.