Cuantifica
Necesitas cuantificar para poder determinar el impacto de cualquier innovación. Lamentablemente, en la mayoría de los negocios no existe suficiente información cuantificada acerca de todo aquello que tiene que ver con el desarrollo del negocio o de los aspectos más significativos del mismo.
Potencialmente, los perjuicios económicos de la falta de cuantificación pueden ser enormes en la medida en que las decisiones del negocio se toman a ciegas. Pongamos algunos ejemplos y repasa si dispones de dicha información u otra similar, adaptada a las característicasde tu negocio:
- Cuántos clientes atiendes en persona cada día.
- Cómo varía esa cifra dependiendo del día de la semana o si es la mañana o la tarde.
- Cuántas llamadas recibes diariamente.
- Cuántas compras se cierran cada día.
- Cuánto vendes de un determinado producto cada día.
- En qué momento del día vendes más.
- Qué día de la semana es el de más actividad y según qué indicador.
- Cuál es el importe medio de la venta a tus clientes.
Esto es sólo una muestra de las posibles cosas que deberías cuantificar. La elección es tuya, pero en todo caso deberán ser medidas relevantes para poder comparar los efectos de cualquier innovación que introduzcas en tu negocio.
De hecho, la simple reflexión sobre esos aspectos del negocio que has decidido medir te sugerirá iniciativas de innovación con las que experimentar para buscar la mejora de esas mismas cifras.
A partir de entonces cualquier cambio, hasta en las cosas más sencillas, como el modo en que presentes un producto o la manera en que saludes a un cliente, podrá ser analizado para descubrir su impacto en las dimensiones más estratégicas de tu negocio, como la vinculación de los clientes, la satisfacción de tus colaboradores o la cifra de ventas.
Anima a que sean tus propios colaboradores los que identifiquen los indicadores más significativos a evaluar y quienes propongan iniciativas de cambio que impacten sobre ellos.