Si funciona, cámbialo

cambioSeguro que habrás escuchado muchas veces lo contrario: Si funciona, ¡no lo toques! Una vez que se ha aprendido a hacer algo, cuando los procesos se desarrollan adecuadamente, la tentación consiste en mantenerlos como están o sólo introducir mejoras incrementales para no perder esa ventaja conseguida.

Sin embargo, en el largo plazo, toda organización que no cree su propio futuro, que continúe haciendo lo que ha sido la fuente de sus éxitos pasados, está destinada a fracasar. Cuando aparecen cambios significativos alrededor, si los directivos miran de optimizar lo que ya hacen en vez de adaptarse a las nuevas circunstancias con diligencia, su fracaso será aún más rápido.

Los cambios a los que nos enfrentamos son tan radicales que las modificaciones en productos o procesos no bastan. No es sólo que la tecnología sea distinta; el cambio es también político, económico, cultural y sociológico.

La innovación hoy es revolucionaria y si no abandonas lo que te hizo destacar en el pasado, si no te muestras preparado para asumir una nueva dirección, te quedarás definitivamente rezagado.

La adopción de esa nueva mentalidad no es sencilla. Los altos directivos han alcanzado su posición por los buenos resultados del pasado y el cambio radical les parece ir en contra de su propio legado. Perseguir nuevas ideas les suele incomodar. Les asusta alejarse de lo que conocen y temen equivocarse.

Las organizaciones necesitan directivos excepcionales capaces de abandonar la inercia y empezar de nuevo. Han de cuestionarse con candidez el sentido de lo que hacen y el modo de llevarlo a cabo. Deben identificar el potencial de las nuevas tecnologías e invertir en ellas más que en optimizar las obsoletas.

Para estar en condiciones de liderar ese cambio, deberás…:

  • Saber lo que está ocurriendo, no sólo en el propio sector sino en el mundo. Conocer las tendencias que afectarán a tus operaciones en el futuro. Y esta es una tarea continuada.
  • Preguntarte no lo que ocurrirá sino lo que puede acontecer a la vista de la evolución actual y la que anticipas. Desarrolla posibles escenarios y la manera de responder a ellos.
  • Evaluar los resultados de cerca. Ante cualquier desviación no asumas su vuelta a la normalidad de manera espontánea. Averigua porqué se han producido.
  • Reconocer que nada es definitivo. Estate preparado para el cambio y actúa de inmediato en caso necesario, independientemente de los compromisos con el pasado.
  • Buscar oportunidades de manera agresiva. Aprovecha el cambio para situarte por delante de los demás, para hacer tu mismo obsoleto lo que llevabas entre manos.

 

Si actúas así actúan descubrirás que no es tan complicado ni los riesgos son tan altos.