Sube el listón

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No caigas en el error habitual de los procesos de selección. El miedo a tener un puesto de trabajo sin ocupar, la sospecha de dejar perder un candidato potencialmente valioso, y el pensar que más vale tener a cualquiera, aunque sea mediocre, antes que un puesto vacío, hace que se contrate equivocadamente.

Es curioso que esto sea así cuando en el resto de procesos de negociación y contratación de la empresa se establecen estándares muy altos:

  • Sistemas rigurosos de evaluación de la calidad de proveedores y materias primas.
  • Tolerancias muy rígidas en las especificaciones de los productos.
  • Análisis financieros de rentabilidad y sensibilidad muy exigentes en la evaluación de proyectos.
  • Detallados sistemas de control y justificación de los gastos.

 

Sin embargo, la contratación de personas se deja en manos de directivos no especialmente conocedores de los requisitos deseados, poco dados a escuchar y a los que nunca se les reclama responsabilidad por sus decisiones. El impacto de una decisión de contratación equivocada sobre la productividad y rentabilidad es enorme.

Para asegurar una decisión con mayores garantías de acierto…:

  • No tengas prisa.
  • Implícate en el proceso de selección.
  • Procura tener candidatos idóneos en la cabeza mucho antes de disponer de una plaza por cubrir.
  • Trata de seleccionar siempre a candidatos mejores que tu.
  • Busca personas valiosas, no alguien para taponar un hueco.
  • Sube el listón. Si muchos califican para el puesto es señal de que te has quedado corto.
  • Ante cualquier duda acerca sobre la idoneidad del candidato, no pierdas tiempo y descártalo.
  • Si crees que necesitas de más entrevistas o de las opiniones de otras personas, es señal de que no es el candidato que buscas.
  • Si, por más que lo intentas, no encuentras argumentos para echarlo, quizás sea la persona que buscas.

 

En el nuevo contexto empresarial, el disponer de conocimientos y la capacidad de adquirir otros nuevos debiera ser el factor discriminador a la hora de contratar. Es más seguro hoy disponer de gente con talento y decidir después lo que habrán de hacer, según las circunstancias del negocio.