No te esfuerzas

La principal dificultad para tu crecimiento es que tiendes a reconocer tus limitaciones y no tu potencialidad. Estás encerrado en tu mundo. No puedes ver de lo que eres capaz y te comportas con excesiva cautela. Tus objetivos no van más allá de tus capacidades, de lo que imaginas que alcanzarás con facilidad.

Si no te esfuerzas hasta el punto de sentirte incómodo gastarás tu vida en el estrecho ámbito de lo que estás seguro de conseguir.