¿Todo bien?
Eso preguntaba alguien hace unos días. Y escuchaba esta respuesta: Dentro de un orden…
Me sonó como un miedo a que se desbordara el río de la felicidad. Un susto por si las cosas llegaran a ir demasiado bien. Se percibía un cierto fatalismo por el que nada bueno puede durar en mucho tiempo.
A muchos les parece que estar en la media y pasar discretamente es más seguro. Pero a mi me suena a cobardía y apocamiento.