Cede
No siempre tienes que estar en lo cierto. No quieras tener siempre razón.
Estás firmemente convencido de tu posición. Te resulta muy difícil aceptar que no vas a ganar la discusión. Pero insistiendo en ella sólo vas a conseguir que la otra parte se consolide en su postura aún con más determinación.
Es más fácil volver a establecer tu punto de vista y rendir después tu juicio para pacificar la situación. Deja que ganen la partida y que sea el tiempo el que les haga recuperar el sentido y volver a tu posición.
Si quieres convencer a otros, no intentes cambiar su forma de pensar. Modifica la tuya.