Con toda intención

La conexión de la mayoría de los usuarios a las redes sociales se ha producido sin una intención clara. El estímulo cerebral que ocasiona la recepción de un mensaje se diluye rápidamente por la distracción, el disgusto o la frustración que pueden sucederle. El despiste se ha convertido en el estado habitual de muchos. El temor a perderse algo interesante lleva a descuidar a quienes tienes enfrente y lo que hacen, olvidando aspectos valiosos de tu propia vida.

Has de realizar el esfuerzo de poner intención en el uso de las redes sociales, de adoptar una actitud proactiva y no reactiva. De otro modo, estarás sometido al impulso de la gratificación instantánea y olvidarás otras actividades más adecuadas para alcanzar tus propios objetivos. Por ello has de saber bien por qué estás conectado y ser capaz de prescindir de esos medios cuando ya has encontrado lo que buscabas.

Cuando te centres en satisfacer tus necesidades primordiales y ayudes a otros a hacer lo mismo, te sentirás gratificado y competente. Cada interacción que resulte mutuamente beneficiosa, reforzará tu autoestima, tu sentido de pertenencia, te hará estrechar las relaciones y favorecerá tu desarrollo.

Por tanto, el impacto de las redes sociales en tu vida puede ser muy importante, pero dependerá de la intencionalidad que pongas en su uso. Es lo que te permitirá recuperar la eficacia y vivir con propiedad el momento presente.