Da la cara

Tendrás que dar la cara si quieres que te reconozcan como un líder destacado y valiente. Son muchos los directivos que se esconden en su despacho todo el día y las consecuencias son evidentes: errores en las iniciativas que se emprenden, incapacidad para identificar las dificultades, desconocimiento de las oportunidades…

Se necesita coraje para dar la cara ante los colaboradores, pero es determinante para ganar credibilidad. Si no asumes riesgos, si retienes información o no das un paso al frente, renuncias a ser reconocido como un líder fuerte y justo.

Liderar desde la primera línea envía el mensaje de que nunca pedirás a otros que hagan lo que tu no sabes hacer. Esto sirve de motivación para quienes te rodean y les confirma tu actitud participativa y colaboradora.

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