De ti depende

No eres un producto acabado. No importa los años que hayas cumplido. Eres siempre un producto por hacer, por mejorar.

No debes, por tanto, lamentarte ni echarles la culpa a otros. Con la edad perderás energía y agilidad, y para compensar, tendrás que trabajar más. Sólo has de asumir el control y la responsabilidad de tu mejora. Has de tener un plan que te guíe: saber dónde estás, lo que quieres conseguir y cómo alcanzarlo.