Elige aprender

Las diferentes convicciones y los conflictos de intereses impiden ver las cosas con los ojos de los demás. Si lo piensas, no ponerse en el lugar de los otros, carece de sentido y no trae nada bueno. Se puede entender que te guste sólo lo que te beneficia y que te desagrade todo lo que te perjudica, pero esto no significa que puedas calificar las cosas de modo absoluto como buenas o malas según el modo en que te afecten. Sería aceptar que tus deseos individuales son más importantes que el bien común.

Las personas y las organizaciones son imperfectas, pero capaces de mejorar. Por eso es mejor no esconder los errores, aparentando ser impecables, sino reconocer los defectos y ocuparse de ellos. O aprendes las lecciones que te enseñan de tus errores y perseveras, o te verás abocado al fracaso. La clave está en equivocarse, aprender y mejorar de inmediato. Si aprendes y mejoras de continuo, progresarás.

Lo que alcances a ser dependerá del modo en que decidas abordar las cosas y de las relaciones personales que establezcas. Habrás de decidir hasta qué punto pones tus intereses por delante de los ajenos, y lo tendrás que hacer de continuo, pues las circunstancias habituales te obligarán siempre a elegir.