Hombre rico, hombre pobre
Abundantes investigaciones y experiencias personales demuestran que la abundancia de cosas materiales no es un indicador de bienestar. Por el contrario, poseer tiempo, disponer de él para reflexionar, para dedicarlo al entretenimiento, a actividades que contribuyan al desarrollo personal, te convierte en un hombre rico.
En consecuencia, es un hombre pobre quien anda siempre apresurado, desbordado, estresado, rezagado…
Mira a tu alrededor y a ti mismo y date cuenta de la elevada prevalencia de esta pobreza debida a la escasez de tiempo. Y observa la paradoja de la repentina riqueza que manifiestan aquellas personas a las que les diagnostican un cáncer avanzado.
Pero este recurso llamado tiempo no es un capital que puedas acumular. Sólo lo podrás emplear si lo sabes encontrar. Simplifica tu vida y descubre horas cada día que puedas dedicar a actividades que te proporcionen bienestar.
O te convertirás en un pobre hombre pobre…
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