Intuiciones

Las intuiciones sólo se demuestran acertadas en los ámbitos en los que se posee amplia experiencia. Sólo entonces la intuición puede superar al análisis, por la capacidad del inconsciente de identificar determinados patrones. Si te detienes y reflexionas en exceso, los árboles no te dejarán ver el bosque.

Pero cuando careces de experiencia, la intuición no te ayudará nada. En esos asuntos, necesitas tiempo para evaluar con detalle. Es entonces, tras un análisis en profundidad, cuando estarás en condiciones para dar una opinión ponderada.

Además, hay que tomar en consideración la materia de que se trate. En algunas áreas, como por ejemplo en la Medicina, existe una relación sólida y estable entre los patrones observados con anterioridad y los actuales, lo que hace que las intuiciones sean más acertadas. Sin embargo, en otras áreas como las inversiones en bolsa o la política, los acontecimientos del pasado no impactan de manera fiable en el presente.

Cuando las relaciones causa-efecto son consistentes, disponer de experiencia ayuda a tomar decisiones. Pero en un mundo que evoluciona con tanta rapidez, lo aprendido por la experiencia puede orientarte en la dirección equivocada. Y ante un cambio tan acelerado, el entorno en el que nos movemos es cada vez más impredecible. Por eso la intuición es de menor utilidad a la hora de evaluar las innovaciones, y el análisis pasa a ser más determinante.