Para ser ágiles

Para prosperar en un entorno complejo, incierto y ambiguo, las organizaciones, que podríamos calificar como ágiles, precisan contar con una mayor adaptabilidad y un elevado compromiso. Se puede servir mejor a los fines de aquellas si se siguen los siguientes principios:

  • El valor de la satisfacción del cliente. La obsesión por el beneficio económico conduce a pensar sólo en el corto plazo y a un escaso nivel de compromiso. Poner el foco en la satisfacción del cliente y proporcionarle valor de forma continuada es la manera de cumplir con los fines de la organización. El beneficio es el resultado de dar valor a clientes satisfechos.
  • Asumir la complejidad. Los modelos de gestión centrados en las predicciones y el control no sirven para desenvolverse en entornos complejos que plantean retos distintos de los experimentados en el pasado. Las nuevas organizaciones saben cómo asumir la complejidad y hacer de ello una ventaja diferencial.
  • Transparencia absoluta. Toda la información ha de estar fácilmente disponible para que las personas tomen decisiones bien informadas. Esto permite la adaptación al cambio, mantenerse flexibles y mejorar continuamente.
  • Promover el compromiso. Para hacer frente a la complejidad, el compromiso y la capacidad de resistencia son más apropiados que la búsqueda de la eficiencia. Sin compromiso no se puede generar valor ni innovación.
  • Conceder autonomía. La nueva tipología de los equipos eficaces se caracteriza por su carácter multidisciplinar, su colaboración para la obtención de resultados, su sentido de una visión compartida y la capacidad de autonomía. Son la mejor herramienta para tener éxito en un entorno complejo.
  • Humanización de los sistemas. Significa alejarse de los modelos mecanicistas que considerarlas personas como recursos intercambiables, que obedecen ciegamente a instrucciones orientadas a la obtención de la máxima eficiencia. Ahora las personas se han de organizar voluntariamente en torno a unos principios compartidos para aprovechar las nuevas oportunidades.
  • Normas sencillas y procesos simplificados. Las normas han de proporcionar referencias amplias para la toma de decisiones y resolución de problemas. Las políticas y procedimientos no pueden responder a todos los asuntos que potencialmente podrían surgir.
  • Liderazgo compartido. Se sustituyen las figuras ejemplares y heroicas por un entorno en el que todos están comprometidos en la satisfacción del cliente, en la eliminación de barreras para su servicio, y en la asunción de sus responsabilidades para responder a la complejidad de forma creativa e innovadora.