Prolíficos

Emprendedores e innovadores se suelen ver afectados por un exceso de confianza en las posibilidades de éxito de sus ideas originales. Su cercanía y compromiso con ellas les hacen difícil evaluarlas correctamente. Incluso la información que reciben de terceros la matizan, centrándose en sólo en los aspectos positivos e ignorando los negativos.

Para dar con una idea verdaderamente extraordinaria y aceptable para expertos y usuarios, los creativos han de producir gran número de ellas. Sólo los más prolíficos son capaces de generar las ideas más valiosas y en mayor cantidad.

No existe aquí la disyuntiva entre cantidad y calidad. En lo relativo a la generación de ideas innovadoras, es falso afirmar que si quieres lograr un buen resultado has de hacer poco trabajo. De hecho, cuantas más ideas produzcas más probable es que los resultados sean de mayor calidad.

Muchos se estrellan en su búsqueda de ideas originales porque se centran en unas pocas ideas y se obsesionan con perfeccionarlas. Que esa estrategia dé resultado es muy excepcional. Lo habitual es que las primeras ideas sean convencionales, poco innovadoras. Es sólo después de muchos intentos cuando se empieza a abandonar lo obvio y se alcanza la libertad para idear las propuestas más radicales y originales.