Revisitando

A diario tienes que hacer malabarismos para responder adecuadamente a proyectos, reuniones, llamadas, compromisos, mensajes, tareas, atender a amigos y familiares… Todo eso te requiere mucha atención para poder sacarlo adelante.

Mantener ese equilibrio te obliga a centrar tu atención en lo que te rodea, más que en ti mismo o en tu interior. Es fácil por tanto perder de vista lo que es importante para ti, la referencia a tus principios y valores. Si te descuidas, puedes acabar haciendo y diciendo cosas en las que en el fondo no crees, con las que no estás de acuerdo, o desarrollando comportamientos impropios.

Es necesario que te detengas periódicamente a comprobar en qué modo tu vida se alinea con tus principios. Analiza si puedes estar satisfecho con lo que dices o el modo en que te comportas. Revisitar periódicamente el modo en que pones en juego tus valores te hará ganar en autoconocimiento. Te ayudará a tomar unas decisiones más apropiadas, de las que puedas estar más orgulloso y satisfecho.