Trabaja tu potencial
Si quieres avanzar hacia el logro de unos ideales habrás de asegurarte que tus esfuerzos estén alineados con tus fortalezas, tus hábitos y tus capacidades potenciales.
Analiza bien en qué cosas eres bueno, en las que destacas. En el resto estarás en el mejor de los casos en la media, si no peor.
Si eres sensato reconocerás tus puntos débiles, obvios y numerosos, que compensarás con ese equipo de personas de las que te has rodeado. Y habrás establecido unos hábitos de trabajo que se apoyarán en tus fortalezas para progresar hacia la consecución de tu ideal.
¿Es así? ¿Cuantas cosas haces cada día que te acercan a tu ideal? ¿Las tienes por escrito? ¿Las cumples? ¿Son suficientes?
Aunque las trabajes cada día, es normal no observar grandes cambios en el corto plazo (días, semanas o meses). Puede llevar tiempo que ese esfuerzo acumulado llegue a manifestarse. Pero es esa consistencia, transformada en hábito, la que te permitirá alcanzar tus ideales.
Como puedes ver, no son las limitaciones externas las que impiden el desarrollo de tu potencial sino la falta de compromiso interior.