¿A qué esperas?

Te equivocas si piensas que es arriesgado. Cualquiera que sea la razón por la que te resistas a ponerte a hacer algo, es equivocada. No es más seguro quedarse parado. No es mejor mantenerse tranquilo. No es intrascendente el que lo abordes o lo abandones.

Todas tus excusas y razones van desencaminadas. No existe ese momento adecuado que debes esperar para que tu vida empiece a mejorar. En cuando te pongas en marcha encontrarás la fortaleza para avanzar.

Desperdicias gran parte de tu vida esperando al momento oportuno para tener esa conversación, sacar a relucir ese asunto, empezar aquella otra cosa…

Si ya es difícil la vida, la complicas aún más cuando prestas atención a tus miedos, cuando te convences de que es mejor esperar, cuando te niegas a progresar.

La pregunta es… ¿por qué lo haces? Llámale miedo al rechazo, al fracaso, o a quedar mal. La realidad es que te escondes porque te asusta incluso el intentarlo.