¿Culpable o avergonzado?

La mayoría de los tests de personalidad utilizados en los procesos de selección de personal no toman en consideración los principios morales del candidato. Sin embargo, éstos son los mejores predictores de un comportamiento ético. Dichos principios engloban diversos rasgos que influyen en la conducta de las personas y sus relaciones interpersonales.

Por ejemplo, quien es propenso a experimentar sentimientos de culpa suele tener una conciencia mejor formada, es más probable que demuestre empatía, que trabaje bien en equipo y que sepa aprender de sus errores. Es capaz de anticipar aquel sentimiento y por tanto evita desarrollar un mal comportamiento y su desempeño profesional suele ser mejor. En posiciones directivas, son valorados como más eficaces y tienen un elevado sentido de la responsabilidad personal.

Por el contrario, quienes tienen tendencia a sentirse avergonzados, suelen caer en la ira, en la evasión, o incluso en la depresión y la ansiedad. Esto se debe a que sus sentimientos no se centran en su comportamiento sino en qué tipo de personas son. La vergüenza lleva a respuestas centradas en uno mismo, lo que conduce a comportamientos menos éticos.

En el corto espacio de tiempo de la entrevista personal es posible obtener abundante información sobre los principios morales de una persona. Dos tipos de preguntas son particularmente útiles para desvelarlos.

  • La pregunta del error: Explícame alguna ocasión en la que cometiste un error en tu trabajo. ¿Cómo te sentiste? ¿Qué hiciste? ¿Aprendiste algo de esa experiencia?

Quienes tienen un alto nivel de conciencia trabajan duro para lograr sus objetivos y no quieren quedar mal ni defraudar a los demás. Aquellos con un bajo nivel de conciencia suelen desarrollar un trabajo descuidado, y dan una imagen de pereza o irresponsabilidad por ser poco laboriosos o diligentes.

  • La pregunta del dilema: Describe una situación en la que te hubiste de enfrentar a un dilema difícil en tu trabajo, en la que te resultó difícil decidir lo que debías hacer. ¿Qué factores consideraste? ¿Qué hiciste? ¿Aprendiste algo de esa experiencia?

Estas preguntas ayudan a revelar la tendencia a experimentar sentimientos de culpa. Quienes tienen esta característica suelen pensar más en los demás al tomar decisiones y son conscientes de sus consecuencias, lo que les lleva a actuar de forma ética. Por el contrario, quienes sólo piensan en su propio interés tienden a comportarse de modo egoísta y maquiavélico. Sus niveles éticos suelen ser mucho más bajos.

¿Cómo sueles reaccionar…? ¿Culpable o avergonzado?