El valor de la descentralización

La razón de ser de la tecnología blockchain va más allá de la transformación de las empresas y la eliminación de intermediarios. Se orienta a la conformación de un nuevo sistema social ampliamente descentralizado. Dicha descentralización no significa anarquía ni el desarrollo de actividades ilegales. Representa más bien el otorgamiento del poder al individuo, que pasa a desenvolverse con menos restricciones. Implica también un desempeño más armónico entre muchos participantes, beneficiarios y dirigentes. No se trata de un nuevo comunismo sino de la corrección del capitalismo, permitiendo nuevas formas de producción y de creación de valor.

Con toda seguridad, el establecimiento de distintas cadenas de bloques que interactúen entre sí e intercambien valor, generarán un efecto multiplicador mucho más significativo que el de las redes actuales. Será equivalente a un enorme ecosistema de servicios descentralizados, abiertos y accesibles a todo el mundo.

La visión originaria de una Internet descentralizada y abierta se ha materializado, por desgracia, en miles de nodos generadores de spam, en robots accediendo a páginas webs para obtener dinero con los anuncios, donde cada clic se registra y se monetiza, y donde nos vemos obligados a consumir repetidamente contenidos no deseados. Por contra, el blockchain simboliza un desplazamiento del poder desde el centro a la periferia de esas redes.

Algunos ven el mundo como un sistema ordenado por la actividad controladora de autoridades centralizadas. Otros tienen una visión más democrática, asentada en nuevos modelos de gobierno que mantienen un equilibrio entre el control central y periférico. La cadena de bloques favorece ese mejor equilibrio a la vez que facilita el crecimiento.

Nos hemos acostumbrado a depender para todo de autoridades y reguladores centrales que, con suerte, nos regalan sus aprobaciones. La descentralización permite desplazar las operaciones y las decisiones a la periferia de las redes, que es donde realmente se realizan las actividades y se genera valor.

Es posible construir un sistema en el que el valor se origine en actores miembros de un organismo descentralizado, y donde el beneficio del individuo se desborde y llegue conjuntamente a todos los miembros de la red.

En un entorno descentralizado no se comienza con la instalación de la entidad central sino con el desarrollo de la plataforma que permite que la red crezca y donde se puedan interconectar los nodos de actividad de usuarios periféricos. Es sobre esa red como se construye el modelo de negocio. Ya no se paga por una versión centralizada del servicio, sino que se accede a una versión descentralizada y gratuita que proporciona la oportunidad de desarrollar nuevos métodos más orgánicos de generación de ingresos.

El funcionamiento de un negocio en un entorno descentralizado, basado en el consenso, no controlado por una entidad central sino operado de forma conjunta por distintos propietarios que se benefician recíprocamente del acuerdo establecido, tiene algo de mágico. Nos encontraremos con una actividad financiera sin bancos, la transferencia de títulos de propiedad sin autoridades centrales registradoras, un comercio electrónico sin eBay, servicios de transporte sin Uber, o computación en la nube sin los servidores de Amazon o Google.

Identifica el servicio que quieras, imagínalo sin una autoridad centralizadora y sustitúyela por una red entre pares, en la que la confianza es parte constitutiva de la propia red, y empieza a describir sus posibilidades. Las características propias de estos servicios descentralizados incluirán:

  • Acuerdos inmediatos
  • Eliminación de retrasos por intermediarios
  • Clara identificación y prestigio de los participantes
  • Estructuras planas sin burocracia
  • Acceso abierto de los usuarios
  • Resistencia a los ataques
  • Ausencia de censura
  • Descarte de una infraestructura central crítica que pueda caerse
  • Decisiones de gobierno tomadas por consenso
  • Comunicaciones directas entre partícipes

Ya sólo tienes que empezar a diseñarlos…

 

Fuente: BlockTac