“Manteros” en Blockchain

¿Es posible que la tecnología Blockchain, reconocida como una moderna máquina de la verdad, pueda asociarse con el paradigma de la distribución de los productos falsificados? Sin duda; y no sólo a ellos…

Las fases iniciales del desarrollo de una nueva tecnología son un momento propicio para que determinados oportunistas se aprovechen de la ignorancia de la mayoría y hagan negocio a sus expensas. Es posible identificar en estos tiempos a “manteros” y “trileros” que se aprovechan de la ingenuidad de algunos clientes deseosos de aparecer como destacados líderes innovadores.

Es preciso estar alerta para no caer en el engaño. No todo lo que se demuestre como registrado en Blockchain es necesariamente verdadero. Por ejemplo, es posible registrar en una cadena de bloques, el Diploma de Viktor Frankestein como Doctor en Medicina y Body Recomposition Specialist por la Miskatonic University. Un ejemplo tan literario como imaginario puede ser posteriormente verificado sin problemas. Cambien los nombres de la institución y del alumno por el de cualquier universidad o escuela de negocios de prestigio y el de un conocido poco espabilado, y se harán cargo de la dimensión del problema.

El inconveniente no reside en la tecnología sino en el proceso que se establece para resolver un determinado problema. En el caso de la falsificación de títulos, una circunstancia en la que la tecnología Blockchain puede proporcionar una solución eficaz y definitiva, se necesita contar con un emisor y a la vez verificador seguro. No puede desarrollarse el proceso de registro y verificación a través una “caja negra” que algunos desaprensivos pueden aprovechar colar cuantos títulos falsos precisen.

Si lo anterior describiría la actuación de unos “manteros”, también es posible encontrar ejemplos de “trileros” en Blockchain. Aquí, la promesa de una elevada rentabilidad asociada a las emisiones de criptomonedas suscita le entrega masiva de recursos para financiar proyectos respaldados únicamente por los denominados “whitepapers”. La confianza se deposita por entero en el código de unos “smart contracts” que acaban sorprendiendo más tarde por el desvío de fondos hacia una cuenta inaccesible por un error de programación, quedando por determinar si la equivocación fue involuntaria o maliciosa.

En un mundo en el que hemos descubierto que en todos los sectores se miente, y donde además es difícil identificar quién dice la verdad, la tecnología blockchain contribuye sin duda a defendernos de aquellos que buscan engañarnos. Pero sigue siendo necesario que los agentes intervinientes y todos los pasos de los procesos de su implantación sean confiables y auditables.

Como ha ocurrido con innovaciones anteriores, el éxito de su establecimiento no viene determinado tanto por la propia tecnología como por la correcta transformación de los procesos operativos y de negocio. Desconfía de las rentabilidades extraordinarias y de los precios tirados. Se están aprovechando de tu desconocimiento.

 

Fuente: BlockTac