La base de la confianza

En el mundo empresarial la confianza se fundamenta en que la otra parte se comportará de acuerdo los principios de honestidad, consideración, responsabilidad y transparencia.

La honestidad no es sólo un asunto moral, sino también económico. Para establecer unas relaciones de confianza con los colaboradores, socios, clientes, accionistas y la población en general, las organizaciones han de ser veraces, precisas e íntegras en sus comunicaciones. No vale engañar por lo que se calla ni confundir amparándose en la complejidad.

La consideración nace del justo intercambio de beneficios o pérdidas entre las partes que operan de buena fe. Pero la confianza reclama un genuino respeto por los intereses, deseos o sentimientos de los otros y que las partes actúen de forma benévola recíprocamente.

La responsabilidad significa un claro compromiso con todos los grupos partícipes y ser respetuoso con ellos. Tanto las personas como las instituciones deben demostrar que hacen honor a sus obligaciones y reconocen sus promesas incumplidas, sin desviar la atención ni culpando a terceros.

La transparencia consiste en funcionar de modo abierto, en trabajar a las claras. Si alguien se plantea que quizás se oculta algo eso un signo de falta de transparencia que lleva a la desconfianza. Es legítimo poseer información reservada, pero cuando se trata de información relevante para los grupos partícipes, mostrarse abiertamente es clave para ganarse la confianza.

La confianza en las instituciones y empresas ha caído estrepitosamente desde la recesión del 2008. En la era anterior al blockchain, la confianza en las transacciones nacía de las personas, intermediarios y organizaciones que operaban con integridad. Y cuando no se conocía a la otra parte, se confiaba en terceros no sólo para que dieran fe de ellos sino también para que intermediaran y registraran las transacciones que se realizaban on line.

Con la llegada del blockchain la confianza nace de la propia red y de algunos elementos de ella, como la propia base de datos distribuida que contiene los registros. Para ser exacto, la confianza hace referencia concretamente a la compraventa de productos y servicios y a la integridad y protección de la información.

Las empresas que llevan a cabo algunas de sus operaciones en blockchain se benefician de una mayor credibilidad que se refleja en un incremento del valor de su cotización. Los inversores esperan esa mayor transparencia para conocer si el CEO se ha hecho acreedor a bono tan elevado, que los “contratos inteligentes” obliguen a las partes implicadas a cumplir sus compromisos, o que los votantes observen que sus representantes se comportan con honestidad e integridad.

Fuente: BlockTac