Maneras de desobedecer
Puedes desobedecer diciendo que no harás algo, o callando y no haciendo nada, o haciendo expresamente lo contrario de lo que te han pedido. Pero estas maneras de desobedecer no son siempre muy inteligentes.
En muchos casos vas a tener que seguir trabajando con la persona a la que no quieres obedecer y si te pone la etiqueta de insubordinado, vas a tener difícil progresar o crecer. Otras veces, si la acción es peligrosa, no basta con desobedecer. Si tu jefe no ha comprendido el peligro, puede actuar por su cuenta o pedir que sea otro el que obedezca.
Por tanto, desobedecer bien reclama comunicar con eficacia las razones por las que te niegas a obedecer la orden recibida. Esto exige tener suficiente presencia de ánimo para obligar a tu superior a que reconsidere la situación antes de actuar.
Son muchas las circunstancias profesionales en las que te puedes ver obligado a asumir esta responsabilidad por el elevado daño que puede llegar a producirse. Será bueno que puedas reconocer y practicar algunos principios para que cuando se den esas situaciones críticas sepas responder con firmeza:
- Obedecer o desobedecer de manera inteligente suele implicar, además de la propia acción, algún tipo de manifestación oral o escrita.
- Cada uno de nosotros ha desarrollado su propia manera de expresarse, lo que nos permite desenvolvernos en situaciones sociales y jerárquicas complicadas.
- Has de ser consciente del momento en que debes asumir el protagonismo para resolver de forma apropiada situaciones complejas o de riesgo.
- Cuanto más lo practiques, más preparado estarás para poner de manifiesto tu opinión de manera firme y eficaz.
- Esta capacidad es importante tanto para funcionar con equipos de trabajo estables como cambiantes, pues todos son capaces de identificar cuando alguien manifiesta una señal clara de alarma.
- Dadas las diferencias culturales, es preciso asegurarse de que todos los miembros del equipo son capaces de manifestar su opinión sin reservas en esas situaciones en las que es prioritario proteger al grupo.
- Si no te permiten ser tan asertivo como quisieras, al menos habla con el líder del grupo para que pueda reconsiderarse el potencial peligro que percibes.
Finalmente, no siempre puedes conformarte con manifestar tu propia preocupación. Habrá situaciones en las que la razón de la desobediencia te exigirá actuar de inmediato.