No trabajes solo

La relación entre el trabajo hecho en profundidad y el trabajo colaborativo es compleja. Merece la pena aclararlo porque encontrar el equilibrio entre el trabajo individual intenso y el trabajo realizado en equipo ayuda a mejorar la calidad del primero. Compartir el lugar de trabajo con un gran número de colaboradores distrae en exceso y crea un entorno que impide pensar seriamente.

Sin embargo, la teoría que se apoya en las casualidades fortuitas como fuente de la creatividad defiende el efecto positivo que se deriva de la interacción entre las personas. Este punto de vista plantea la falsa idea de que el trabajo individual hecho en profundidad es incompatible con la generación de grandes ideas.

El equilibrio parece encontrarse en buscar ideas colaborando con otros de forma regular, pero manteniendo a la vez la obligación de trabajar en profundidad. De ahí que la opción por el trabajo realizado en solitario no sea necesariamente la mejor estrategia. Para determinados problemas, trabajar con otros ayuda a entrar más en profundidad que si se trabajara aisladamente. En definitiva:

  • Las distracciones impiden desarrollar un trabajo en profundidad. De ahí la conveniencia de separar los momentos en los que se trabaja con intensidad de aquellos otros en los que se busca la interacción con terceros con el fin de aumentar la creatividad. Se trata de optimizar ambas situaciones en vez de mezclarlas.
  • Cuando puedas aislarte para trabajar con intensidad, hazlo. Pero trabajar codo con codo con alguien en un problema puede ayudarte a ganar en profundidad y obtener resultados más valiosos que trabajando en solitario.