Sin vacaciones

Todos dicen necesitar unas vacaciones, un tiempo de descanso para relajarse y desconectar; pero lo cierto es la mayoría no está en condiciones de poder permitirse una vacación lo suficientemente larga para verdaderamente lograrlo. Y aunque ese descanso pueda proporcionar algún alivio, la verdadera razón para tomarlo debería ser la de reactualizar las propias metas.

El simple hecho de obsesionarse con realizar una contribución significativa y dar lo máximo de uno mismo son motivos suficientes para recuperarse y recargar energías, mientras que de muchas vacaciones se regresa con menos fuerzas que cuando se empezaron.

Muchos ansían esas vacaciones porque creen que les cambiarán cuando lo que verdaderamente renueva es el compromiso con un propósito superior. Por eso hay quienes no consideran el trabajar como una carga.

Corres el peligro de frenar tu progresión si escuchas a quienes te dicen que no trabajes tanto, que descansar sería bueno para ti, que te mereces unas vacaciones. Disfrutar trabajando no te hace imperfecto sino productivo. Quienes te animan a relajarte no persiguen lo mismo que tu.

No te disculpes por luchar por tus aspiraciones ni te dejes influir por aquellos que ya se dan por contentos pese a no haber logrado nada.