Test para desobedecer

Disfrutar de las ventajas de vivir en sociedad exige obedecer las normas, a veces de manera voluntaria y a veces involuntaria. Pero para que sea apropiado obedecer se deben cumplir tres condiciones:

  • Formar parte de un sistema razonablemente justo y que funcione.
  • Que la autoridad que establece la norma o da las órdenes sea legítima y razonablemente competente.
  • Que el orden que se persigue sea razonablemente constructivo.

El término “razonable” forma parte de las tres condiciones porque somos imperfectos, como también lo son los sistemas en los que nos movemos.

Este es el mejor test que puedes aplicar para saber si debes desobedecer de manera inteligente: dada la información de que dispones y en el contexto en el que se te ha dado la orden, si obedecer causa más daño que beneficio, lo apropiado es desobedecer, al menos hasta que la situación o la orden recibida se clarifiquen.

Sin embargo, seguir dichas reglas no resulta sencillo en muchas ocasiones porque estamos programados para obedecer. Es el resultado de una adaptación evolutiva que ha permitido alcanzar la compleja organización social que disfrutamos.

Primero obedecías porque te dijeron que la autoridad siempre acierta. Después porque observaste las ventajas de obedecer y los castigos asociados al no hacerlo. Más tarde obedeciste por comprender la conveniencia y la tranquilidad que acompañan al cumplimiento de las normas y leyes. Finalmente, si no tienes limitado tu desarrollo moral, obedeces porque eres consciente del valor intrínseco de cada norma en el contexto en el que se aplica.

Puedes preguntarte ahora si existen algunos valores superiores que sirvan de guía común para todos en la toma de decisiones. Y la respuesta no parece sencilla si se observa el cambio de valores a lo largo de la historia, dependiendo de las culturas, e incluso en cortos periodos de tiempo.

Pero ciertamente hay valores permanentes que vale la pena defender, que están por encima de los cambios culturales. Parecen ser inherentes a la vida, proceder de un origen superior, que orientan hacia un modo racional o humano de vivir, a unos ideales que todos aspiramos a alcanzar. Hay un sentido interior que nos lleva a tomar esos valores como referencia cuando hay que hacer frente a unas decisiones difíciles.

Esa voz interior, esa conciencia, si la respetas, te ayudará a lograr el equilibrio que facilitará defenderte de las distintas presiones que te llegan del entorno social en el que te mueves.