Ponte marcas

Leyendo el muy recomendable libro de Jim Collins, Great by Choice, me encuentro con el concepto de la “20 mile march”. Es una característica que identifica en los directivos de las empresas que durante largos períodos de tiempo han sido capaces de batir a otras competidoras de su sector.
Lo traigo aquí porque es aplicable a cualquiera de nosotros y porque estamos en un buen momento del año para ponerla en práctica. Yo lo traduzco como la capacidad para señalarse uno mismo unas determinadas marcas.

Ponerse marcas consiste en establecer una medida de desempeño clara, concreta e inteligente que te comprometes a alcanzar de manera rigurosa y consistente. Te servirán de indicador para mostrarte que avanzas de manera continuada y segura hacia una meta final.

Esas marcas habrás de utilizarlas durante largos periodos de tiempo y te habrán de generar una cierta incomodidad: la de ser capaz de alcanzarlas en momentos y circunstancias difíciles y la de mantenerlas y no superarlas en los momentos más fáciles.

Para lograr ese compromiso continuado con el logro de tu marcas es preciso que reúnan las siguientes características:

  • Precisas un indicador del desempeño. Te señalará el límite mínimo de lo que debe ser un logro aceptable. Como en el entrenamiento físico, tiene que ser algo costoso alcanzar esa meta, pero no un reto imposible en momentos difíciles.
  • Que existan barreras. Te has de establecer un límite superior que no habrás de superar aunque te encuentres en condiciones muy favorables para saltarlas. Has de sentirte descontento por no ir más allá, por vencer la tentación de tratar de avanzar para compensar tiempos peores futuros.
  • Han de ser apropiadas para las características de tu iniciativa y su entorno.
  • Han de estar al alcance de lo que eres capaz de controlar. Su logro no puede depender del azar.
  • Exigen un marco temporal adecuado. Ha de ser lo suficientemente largo como para poder gestionar su consecución, y lo suficientemente corto como para que te motive el alcanzarla.
  • Te la habrás de auto-imponer tu. No la aceptes de alguien externo ni la copies de otros.
  • Que puedas lograrlas si eres perseverante y consistente. No cuentan aquí las buenas intenciones.

 

No tiene que ser una marca financiera. Puede consistir en aprender una capacidad, desarrollar una competencia creativa, o mejorar el servicio, mientras que reuna las características antes descritas. Por ejemplo: Visitar a un cliente cada día, Despachar con todos los colaboradores o actualizar la página web cada semana, viajar en busca de nuevos proveedores o leer un libro de tu especialidad cada dos semanas, revisar los estados financieros cada mes, etc…

La confianza en uno mismo no se adquiere escuchando discursos motivadores de predicadores carismáticos. No nace de un optimismo infundado o de una esperanza ciega. Requiere mantener la disciplina de alcanzar una meta de manera repetitiva, continuada y sin desfallecer. El logro de tus marcas de manera consistente, tanto en tiempos fáciles como difíciles, es lo que te permitirá desarrollar la confianza para superar las contrariedades tantas veces como se presenten.

Hazlo así y verás que puedes ejercer un auto-control en un entorno en sí mismo imposible de controlar. Independientemente de los retos o dificultades a los que hagas frente, te probarás a ti mismo que tu desempeño no viene determinado por el entorno sino por tus propias acciones.

Si no te lo planteas, si careces de esa disciplina, los tiempos pueden volverse muy difíciles.

¿Empezamos hoy? Escribe contando las marcas que te has establecido.