¡Bien hecho…!

¿Cuántas veces felicitas a tus colaboradores por sus logros? Y no se trata de reconocer sólo el resultado. Es importante interesarse por los detalles, por todo el proceso que ha llevado a alcanzarlo.
Hacerlo, mejora la autoestima de los colaboradores y les anima a afrontar retos aún mayores.
Es además la base para generar la confianza que precisas para que ellos sean capaces de corregirte cuando observen que te equivocas. Te será muy valiosa la crítica constructiva que puedan hacerte. Pídela con frecuencia y no les des razones para que se arrepientan de haberlo hecho. 

Sé constante. No se consigue en un día.