Revolución

Palabra más fuerte que la de ayer. Pero describe mejor el proceso en que estamos metidos. Y supone una confrontación extrema con todos los paradigmas organizativos y empresariales a los que estábamos habituados. Por ejemplo:

  • El timón no lo lleva el jefe. Lo manejamos entre todos, por turnos, o todos juntos si el “oleaje” es fuerte.
  • Lo que sabíamos hacer ayer, no nos sirve para hoy; y nos obliga a aprender de nuevo. Y mañana igual…
  • Lo fortuito e inesperado resulta más interesante, útil y atractivo que lo planificado.
  • Los cambios de rumbo significativos o radicales, paradójicamente, nos sacan de peligros.
  • La experiencia carece de valor y apelar a ella, un lastre.
  • Unidad si, pero la uniformidad es un peligro y la alineación un freno.

¡Que no te pille dormido!