¿Crees en la suerte?

Se trata de reflexionar sobre el papel que le asignas a la suerte en el logro de tus resultados profesionales o empresariales. Para empezar, necesitas establecer si ese acontecimiento que te afecta viene determinado por la suerte o no. Para confirmarlo debería reunir estas tres condiciones:

–   Algún aspecto significativo de ese acontecimiento tiene lugar de manera totalmente independiente de las acciones de actores clave de tu empresa.

–   Ese acontecimiento tiene una consecuencia potencialmente significativa, ya sea buena o mala.

–   Y el acontecimiento se caracteriza por ser imposible de predecir.

La suerte existe y en abundancia; tanto la buena suerte como la mala suerte y para todas las empresas. Sin embargo se ha comprobado que las empresas más destacadas no se caracterizan por tener más suerte que las demás. La cuestión relevante no es tanto si alguien tiene suerte sino cuál es su capacidad para aprovecharla.

También se reconoce la existencia de una asimetría entre la buena suerte y la mala suerte. Un único golpe de buena fortuna, no importa lo grande que sea, no hace por si sólo a una gran empresa. Pero un acontecimiento de extrema mala suerte o una secuencia de sucesos desgraciados pueden ocasionar un resultado catastrófico que acabe con la desaparición de la empresa.

Las empresas que destacan asumen que algún día les llegará su momento de mala suerte y se preparan para ello a conciencia y con anticipación. Los comportamientos señalados en otras notas como la obsesión por análisis de lo que ocurre, la disciplina, creatividad, ser ambicioso, ponerse marcas, apuntar bien, no incurrir en riesgos serios…, se orientan directamente a sacar partido de la suerte.

Esas empresas ejemplares no echan la culpa de sus desgracias o errores a la mala suerte. Ni tampoco consideran que la buena suerte sea la causa de su éxito.  De hecho esas mismas empresas se vieron afectadas por serios acontecimientos de mala suerte pero fueron capaces de sacar partido de ellos. Quizás por aquello de que lo que no te mata te hace más fuerte…

Por tanto, habría que valorar como más importante el rendimiento que se le saca a la suerte que otros conceptos más difundidos como la rentabilidad sobre los activos, sobre el capital, ventas o sobre la inversión.

Para acabar, reconoce que el tipo de suerte más significativo es el relativo a las personas: la suerte de tener al mentor, al socio, al compañero adecuados; al líder o al amigo necesarios. La mejor manera de disfrutar de una racha de buena suerte es rodearse de gente buena y establecer una relación larga y profunda con esas personas a las que confías tu destino.

¿Qué acontecimientos relacionados con la suerte has experimentado en los últimos años? ¿Los has sabido aprovechar? ¿Qué puedes hacer para aumentar el rendimiento que le sacas a tu suerte?

¿Qué personas te traen suerte…?

 

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