Droga dura

Estoy enganchado… Como con toda adicción, cuesta reconocerlo. Escribir cada día este blog es una tarea especialmente satisfactoria para quien tiene como oficio último estudiar para enseñar. La tarea se vuelve gravemente adictiva si además manifestáis que lo seguís habitualmente y lo difundís a terceros.

Hoy se cumplen 541 días desde que lo inicié y en todos y cada uno de ellos han aparecido notas hasta sumar las 591 publicadas. La conversación reciente con uno de vosotros (gracias Alejandro…) me hizo reflexionar más tarde acerca de la dimensión de lo que ha representado la dedicación al blog todo este tiempo.

El esfuerzo de estudio, actualización y edición que requiere es más del que he querido reconocer. Obliga a dedicar y consumir recursos en detrimento de otras tareas. Y eso puede llegar a tener efectos negativos sobre otras actividades e iniciativas empresariales en marcha.

Hay proyectos dirigidos a serviros mejor que no avanzan como debieran por la adicción a este blog. La humildad y la sabiduría están en reconocer la verdad. De ahí que sea prudente poner las cosas en su sitio y modificar la periodicidad de publicación de estas notas. Esto me permitirá hacerlas compatibles con otras actividades que también se orientan a ayudaros en vuestro trabajo y desarrollo personales.

Si lo lees pero no te has suscrito, hazlo y así te asegurarás de que te llegan las novedades cuando se publiquen. Te animo además a que envíes preguntas y sugerencias para que los temas tratados respondan con seguridad a vuestros intereses.

No es una despedida, aclaro. Es sólo la decisión de una mayor moderación en la frecuencia con que aparecen estas notas. Quizás para pasar a unas dos o tres a la semana. Pero uno nunca sabe si podrá deshabituarse…