Piensa en positivo

Igual te cuesta y más en estos tiempos… Entonces razón de más, ya que tiene un efecto contagioso que no debes ahorrar a los que te rodean. Piensa que si al menos eres capaz de leer estas líneas es que no debes estás tan mal. ¡Aún tienes remedio!
Tener una actitud positiva es algo al alcance de todos. No se trata de aislarse de los problemas o alejarse de la realidad.  Se pueden reconocer los aspectos negativos de una determinada situación y a la vez fijarse en los positivos y mantener la esperanza en las oportunidades que surgirán.

Cultivar esa actitud positiva no es seguro que te ayude a vivir más (hay quien piensa que sí) pero sin duda te permitirá disfrutar más la vida. Identificarás éxitos que podrían pasarte desapercibidos, tus amistades serán más numerosas y ejercerás en ellas una influencia beneficiosa.

Esa actitud vital resulta de una combinación de pensamientos, emociones y valores. Ser capaz de identificar y analizar cada uno de esos elementos determina tu percepción del mundo y es clave para poder hacer frente a los acontecimientos que se te presentan. Para lograr esa actitud positiva ten en cuenta los siguientes puntos:

  • Asume tu responsabilidad. El hacerlo en toda situación anula las emociones negativas que pudieran generarse. Olvida las excusas. Cumple con tus obligaciones y te ganarás la confianza de los demás y la gente querrá colaborar contigo. La próxima vez que algo vaya mal fíjate en si buscas culpables o pides disculpas y te pones a trabajar para rectificar el error. Rechaza las críticas y la quejas. Si te enfadas permites que otros controlen tus emociones y eventualmente tu calidad de vida.
  • Ten Autoestima. Se sigue del pensamiento en positivo y es lo propio de quien se mueve guiado por sus valores. No te castigues. Trátate como un amigo. Recuerda que de los error se aprende y te permiten mejorar.
  • Emplea la Visualización. Si reproduces internamente esas situaciones conflictivas verás que puedes modificar tu estado emocional, aumentar tu creatividad y reducir la tensión. Es como un ensayo virtual de lo que quieres que suceda y eso conduce a la mente a enfocarse en el logro de los objetivos.
  • Utiliza la intuición. Te servirá de gran apoyo para enfrentarte a situaciones inesperadas o desconocidas. Te proporcionará motivación y conocimientos que no esperabas tener.
  • Disfruta con tu trabajo. Si piensas en positivo pero no estás a gusto, tomarás medidas para remediarlo. Te involucrarás más y tendrás un mayor control.

 

Pensar de forma positiva es un hábito que, como todos, puede adquirirse mediante la repetición y el esfuerzo. Es una inversión de muy bajo coste y de la máxima rentabilidad.