Y China también se suma

Por si lo de ayer no te llamaba la atención, resulta que en China también sufren su propia burbuja. En este caso se caracteriza por el acúmulo de productos no vendidos, de existencias que se apilan en proporciones gigantescas porque no se atreven a parar de producir.

Tras tres décadas de fuerte crecimiento, China es la segunda economía mundial y la locomotora del crecimiento desde la crisis de 2008. Si su economía se debilita dejarán de comprar e invertir en el extranjero, lo que añadido a la reducción de la demanda desde Europa, se les acumularán las existencias y se reducirá la capacidad productiva en todo el mundo.

Los signos ya son claros:

  • Las ventas se les han reducido un 50% y las existencias son tan elevadas que tiene dificultades para almacenarlas y financiarlas.
  • Los coches no salen de los distribuidores y las fábricas funcionan al 65% de la capacidad, lejos de 80% que señala el umbral de rentabilidad.
  • Las hileras de bloques de viviendas vacíos se repiten en todas las grandes ciudades.
  • Guerras de precios para vender fuera lo que no pueden vender en su propio mercado.
  • Pero los fabricantes se resisten a dejar de producir para disponer de producto cuando se recupere la demanda (?!).

 

Y sin embargo su gobierno maquilla las cifras y niega la existencia de problema alguno para mantener la confianza de empresarios e inversores. Algo que nos resulta muy familiar…

Parece que se acerca la tormenta perfecta: La economía china se para, la zona euro se hunde y el bloqueo ocasionado por el proceso electoral en EEUU nos llevan a una recesión de alcance planetario.

Lo siento por los pesimistas. Encontrarás más información en este artículo del NYT.