Cuéntame a qué te dedicas

PitchEn una época  marcada por la necesidad de la renovación de los negocios y que reclama un espíritu emprendedor, es obligado cuidar la manera en que te presentas y el relato que haces sobre aquello a lo que te dedicas.

Estos aspectos no están bien trabajados en nuestro entorno, a pesar de la influencia de los métodos de la emprendeduría norteamericana. El objetivo principal de tu presentación no debe ser tanto cerrar una venta o que adopten tu propuesta sin reservas, sino suscitar el interés necesario para que tenga lugar una nueva conversación más profunda y pausada.

Es verdad que hoy se dispone de más medios para comunicar los mensajes, pero en mi experiencia los contenidos no se trabajan adecuadamente para asegurar el máximo impacto. Además los retos son mucho mayores pues los nuevos medios exigen formatos de presentación muy limitados en extensión y duración. Por tanto, revisar el modo en que te presentas a los demás es una tarea de perfeccionamiento continuado que busca asegurar la máxima actualidad y atracción para quien la recibe.

Hoy referiré algunas observaciones complementarias a artículos anteriores en los que traté de este asunto (ver al final):

  • La pregunta. Se trata de esa pregunta inicial que atrae y fija la atención del que la escucha. Si puedes formularla en unos términos que recogen hechos impactantes y de todos conocidos, te ayudará a que se predispongan a escuchar tu mensaje.

 

  • La historia. El atractivo y la atención a tu discurso aumentan si están organizados en forma de una historia. Si puedes reproducir esa fórmula literaria y hacerla semejante a un cuento corto, la eficacia de tu mensaje está asegurada. Mi sugerencia es que incluyas estos elementos:

             – Los protagonistas. Los has de presentar y ponerlos en contexto. Y desde luego no se trata de ti. Es la descripción de aquellos que forman parte de ese grupo de clientes a quienes tu empresa pretende servir. Deberás mencionar sus características singulares y necesidades más comunes o habituales.

             – La parte dramática. Introduce en este momento el problema al que se enfrentan y las dificultades para poderlo resolver ellos mismos.

             – El final feliz. Viene determinado por la solución que eres capaz de proporcionar con tu trabajo. Cuando sólo te permitan una frase para presentarte este es el contenido que te propongo por encima de cualquier otro por la especificidad y potencia que puede llegar a transmitir.

  • El impacto. Si dispones de más tiempo o espacio puedes acreditar con datos concretos el efecto que tus productos o servicios generan sobre esos clientes concretos y el modo en que esto te ha permitido crecer en los últimos tiempos.

 

Y el trabajo no acaba aquí pues tienes que hacer frente a nuevos retos. En un mundo en el que la atención a lo que comunicas es cada vez más corta y en unos contextos muy “ruidosos”, te ves obligado a destacar tu mensaje en lugares diversos y distintos: El timeline de Twitter, la cabecera de una página web, en un cartel publicitario, la solapa de un libro, un mensaje de texto en el teléfono, unos segundos de grabación en video, una aplicación de dispositivo móvil… Ya no dispones de ese tiempo para explicarte en el trayecto del ascensor hacia los despachos de los altos directivos, contexto tan estadounidense como extraño o impropio para nosotros.

Incluso ahora se empiezan a comentar los ejemplos de empresas que utilizan la presentación en Twitter del curriculum como herramienta de selección. Ciertamente es sólo un primer filtro, pero de ahí su importancia. Tendrás que preparar versiones de tu presentación de 140 caracteres y de aún menos palabras. Hasta llegar a dar con esa única palabra que te describa a ti o a tu negocio.

Todo es cuestión de disciplina y revisar el texto periódicamente para destilar la definición más precisa, atractiva y convincente.

Por favor…, ya nunca más empieces por el puesto que tienes o el trabajo que haces.

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