Las preguntas que te haces

preguntasA la vista de los resultados, puede afirmarse que el grado de desorientación es notable. La capacidad para desarrollar un pensamiento estratégico no está suficientemente extendida, de ahí que resulte complicado concretar una visión acertada del negocio y desarrollar el camino para hacerlo realidad. Y sin embargo disponer de esa cualidad es determinante para crear una propuesta de valor significativa y singular.

En demasiadas ocasiones nos encontramos con empresarios y directivos que parecen tener muy claras las respuestas: cuál ha de ser el producto, cómo fabricarlo, dónde venderlo, cómo darlo a conocer o cuánto cobrar por él. Pero no se han hecho las preguntas adecuadas o no las han considerado lo suficiente, de ahí que se sorprendan cuando las cosas no salen como esperaban.

Deberías dedicar tiempo a reflexionar sobre un conjunto de preguntas que representen verdaderos retos y cuyas respuestas te orienten hacia el camino apropiado. Puedes agruparlas en estos ámbitos:

  • La situación del negocio: ¿Cómo haces dinero? ¿Por qué te eligen a ti los clientes? ¿En verdad, por qué te pagan? ¿Dónde radica tu singularidad?
  • El mundo en que te encuentras: ¿En qué ha cambiado y cómo te afecta? ¿Son distintos los clientes o los competidores? ¿Te apoyas en esos cambios para obtener alguna ventaja?
  • Los clientes que tienes: ¿Los conoces? ¿Identificas cuáles son sus problemas? ¿Sabes cómo resolverlos? ¿Puedes ayudarles mejor que tus competidores?
  • Las empresas con las que trabajas: ¿Con quién colaboras para atender mejor a tus clientes? ¿Cómo podrías ofrecerles más valor a tus clientes? ¿Quienes podrían formar parte de tu ecosistema empresarial al servicio de tus clientes?
  • La revolución que deseas: ¿Qué puedes hacer para cambiar las reglas de juego? ¿Cómo puedes anticiparte a tus competidores?
  • Lo que debes abandonar: ¿Cuál es tu proceso de toma de decisiones? ¿Cómo separas lo importante de lo que no lo es? ¿Cuándo te decidirás a abandonar lo que no funciona?

 

Estas preguntas reflejan tu inquietud estratégica, especialmente necesaria en estos tiempos. Si carecieras de ella te encontrarías haciendo lo mismo de siempre.

Independientemente de tu experiencia o posición, tienes la responsabilidad de hacerte estas preguntas, de buscar las respuestas y actuar de inmediato.